Educación del carácter y virtudes humanas
En Munabe entendemos que debemos formar a nuestros alumnos para que vivan una vida lograda, que puedan desarrollar su potencial humano en toda su plenitud.
Intentamos que nuestros alumnos vayan adquiriendo y fortaleciendo aquellas virtudes intelectuales, morales y cívicas que les permitan elegir inteligentemente entre aquellas alternativas que se les vayan planteando en el camino de su vida, adoptando decisiones sabias, y así ser capaces de hacer lo correcto en el momento adecuado.
El reto es desarrollar un programa específico para cada curso, que integre la educación del carácter cumpliendo una serie de características. La primera de ellas es la ubicuidad. Todo en el colegio es una ocasión para trabajar y reforzar las virtudes, por lo que es fundamental fijar unos objetivos y criterios claros que permitan aprovechar cada oportunidad que nos ofrece el día a día de la vida escolar para ese desarrollo. Para lograrlo es importante que sea un programa explícito, conocido y compartido por alumnos, profesores, personal no docente y familias.
Desde que los niños entran en Infantil, se diseña un plan de formación que se va adecuando a sus edades a lo largo de toda su vida en el colegio. Con los niños más pequeños se comienza trabajando la obediencia, después el orden, a medida que van creciendo se presta mayor atención a la autonomía y la responsabilidad, después a la amistad, a la laboriosidad, a la paciencia, la persistencia o la sencillez.
Este plan pone su máximo énfasis en los niños que se encuentran en Educación Primaria, ya que hasta los 12 años se encuentran en el periodo sensitivo hacia el aprendizaje de las virtudes.
Para ello el plan prevé trabajar los siguiente programas:
- Trabajar los hábitos operativos buenos, con la certeza de que su aprendizaje se produce y refuerza a través de la repetición. Esto predispone a la persona hacia esas conductas. Una vez adquirido el hábito, ya nos sale sólo, convirtiéndose en virtud.
- Grupos de curso. Todas las semanas el tutor de grupo se reúne con la clase para hablar y trabajar sobre la importancia de una virtud y se proponen retos mensuales para que los alumnos trabajen esto en casa. Desde hace unos años el colegio se basa en el proyecto DAIP de Identitas, que trabaja cada virtud desde las cuatro dimensiones que componen la identidad personal: la física (la del cuerpo), la afectiva (emociones, sentimientos), la intelectual y la volitiva (el desarrollo de la libertad personal, que se apoya en la práctica de las virtudes).
- Tutorías individualizadas. El alumno junto con su familia y su tutor hacen equipo para concretar objetivos que le ayuden a mejorar como persona. Se hace seguimiento quincenal con el alumno de este plan y con su familia se producen reuniones trimestrales para estudiar la evolución.
- Gestión emocional. En primaria estamos trabajando las emociones ayudando a los niños a reconocerlas y a gestionarlas. En clase cada uno tiene su foto y por las mañanas se coloca en una de las emociones. A lo largo del día el profesor les pregunta y explican por qué se han colocado en esa emoción, observando que no hay emociones malas sino que debemos aprender a controlarlas.
- Agenda 30 de Bilbao. En cada clase hay un representante de Agenda 30 para liderar acciones concretas de cuidado del medioambiente, reciclaje y sostenibilidad.
- Seminario de los Grandes Libros. Recientemente hemos incorporado el este proyecto. Desde Primaria hasta Bachillerato los alumnos van a leer, estudiar y la discutir obras literarias clásicas (antiguas, modernas y contemporáneas), adaptadas a cada edad y nivel educativo. Los alumnos se sumergirán en el análisis y la interpretación de estos textos participando en debates y discusiones que promueven el pensamiento crítico y la comunicación efectiva.
Este conjunto de acciones colabora en el objetivo que tenemos en Munabe de formar personas que puedan mejorar el mundo en el que viven. Y es posible gracias a la implicación conjunta de las familias y el colegio en la educación de las virtudes humanas.