Ayalde y Munabe aparecen seleccionados en los mejores rankings educativos por su apuesta por la innovación metodológica y su internacionalización

La neurociencia y la pedagogía han avanzado mucho en los últimos años empujadas por una sociedad que demanda un cambio metodológico adaptado a los nuevos tiempos. Las empresas de hoy incorporan a sus plantillas a personas flexibles, que trabajen en equipos, que sean capaces de ser críticos, analíticos y creativos, capaces de resolver problemas, de llegar a acuerdos, jóvenes con capacitación en idiomas y con competencia digital. Por ello los colegios necesitan incorporar métodos que propicien el desarrollo de estas competencias.

Desde hace 15 años, los colegios del grupo educativo COAS en Bizkaia (Ayalde, Munabe, Umedi y Haurkabi) imparten una metodología de la que fueron pioneros en el País Vasco cuyo objetivo es convertir el centro en un espacio donde aprender, experimentar, crear y aplicar lo enseñado, donde los contenidos planteen retos y despierten la curiosidad del alumno con clases activas y personalizadas en las que explorar, pensar y comunicar. Ayalde-Munabe aparecen seleccionados en los mejores rankings educativos por su apuesta por la innovación y la incorporación a sus aulas de  proyectos para la comprensión y el pensamiento, la gestión emocional, las inteligencias múltiples, sus proyectos de internacionalización, el trabajo cooperativo, el trabajo por proyectos para el desarrollo del emprendimiento del alumno o la integración didáctica de la tecnología digital.

Estos programas – nos explica María Anzola, directora de Ayalde-  son muy propicios para este cambio metodológico. Pero no se trata de innovar por innovar sino de poner en el centro de toda la acción educativa al alumno para que se desarrolle como persona en todas sus dimensiones (la intelectual, la creativa, la espiritual, la emocional, la social y la volitiva)”.

Eloy Olabarri – director de Munabe-, incide en que “una atención personalizada o la metodología del uno en uno, es clave para conocer al alumno y trazar con él una hoja de ruta individualizada donde se potencien todas las facetas de su personalidad, preparándole para afrontar los retos del futuro con actitud de servicio a la sociedad”- y añade-, “todo esto no sería posible sin la implicación del profesorado en el proyecto y la apuesta por la innovación constante “para llevar a las aulas las últimas técnicas pedagógicas”.

“Otro aspecto muy importante de nuestros colegios- añade María Anzola- es la implicación de las familias en el proyecto educativo. Este aspecto es algo muy nuclear y distintivo desde que se levantaron los primeros cimientos hace ya casi 50 años. A lo largo de los años los vínculos generados son de auténtica amistad, cercanía y confianza entre las propias familias y entre el colegio y los padres.”