Formación Humana Y Cristiana

Educar, decía Platón, es enseñar a desear lo bello. Lo bello, señalaban los griegos, es la expresión visible de la verdad y de la bondad.

Podríamos decir que la razón de ser de la educación clásica es que el educado aspire a encarnar la belleza, que sienta placer a hacer el bien, a conocer la verdad y a saborear lo bello.

A lo largo de la historia, diversos pensadores cristianos han contribuido al desarrollo del humanismo cristiano, y este enfoque ha influido en la ética, la filosofía y la teología cristiana.

El humanismo cristiano hasta el Renacimiento encontró sus claves en la filosofía clásica, con unas coordenadas que daban primacía a la vida contemplativa; el humanismo moderno abandonó esta visión en pro del “homo faber” y bajo la influencia de la Reforma; otorgó al trabajo, a la cotidianidad, a las relaciones sociales, laborales y familiares, una dimensión del todo inédita en la historia de la espiritualidad.

El humanismo cristiano es una corriente de pensamiento que busca integrar los valores humanistas con la fe cristiana. Combina las enseñanzas del cristianismo con un enfoque centrado en la dignidad y el potencial del ser humano. Este enfoque destaca la importancia de la libertad, la razón, la ética y la justicia social, valores que a menudo se asocian con el humanismo secular, pero que en este caso se incorporan dentro del marco de la fe cristiana.

El humanismo cristiano busca conciliar la fe y la razón, promoviendo una educación integral que incluya tanto el desarrollo intelectual como el espiritual.

Bajo estos parámetros ofrecemos la formación humana y cristiana en Munabe.

Mentores durante toda la etapa escolar

La formación humanística es un rasgo propio y esencial de Munabe, por dos motivos: el interés por la persona, es decir, por lo humano; y porque no se puede ofrecer una buena formación religiosa sin una suficiente base cultural, ya que faltarían las raíces o la buena tierra en la que pueda germinar la semilla de la fe. Hoy día esta base humanística es, de modo general, más débil y, por eso, conviene reforzarla.

En realidad, cultivar los saberes humanísticos ayuda a que los estudiantes descubran y entren en su mundo interior, sean capaces de crear silencio a su alrededor y desarrollen su sensibilidad estética. Todo esto, de modo natural, abre las puertas a lo espiritual y a las grandes preguntas existenciales.

El objetivo final es que los alumnos comprendan las problemáticas y los desafíos del mundo actual en sus aspectos intelectuales, históricos, sociales, científicos, artísticos, literarios, filosóficos y teológicos.

Mediante un pluralismo metodológico hemos diseñado un plan de estudios en el que la educación humanista es el área transversal en la que participan asignaturas como Lengua, Literatura, Arte, Religión, Filosofía e Historia. Este plan de estudios tiene el propósito de generar una cultura en el alumno para ayudarle a llevar una vida genuinamente humana.

Un proyecto pedagógico para educar en el humanismo cristiano

Para desarrollar el proyecto se cuenta con la colaboración y el respaldo académico de los profesores José María Torralba y Álvaro Sánchez-Ostiz del Instituto de Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra.

A través de la tutoría personalizada se vela por el crecimiento personal de cada alumno, que con el tiempo, la confianza y la discreción,es capaz de compartir con el tutor su proyecto personal de futuro tanto en el aspecto académico como personal.

Hoy más que nunca es crucial que los alumnos se conviertan en ciudadanos de un mundo globalizado, sensibles ante los cambios y capaces de hacerse preguntas sobre el mundo que los rodea y su lugar en él. Que sean artífices de encontrar sus propias soluciones para una vida cuyas dimensiones exceden de las necesidades materiales.