2 alumnos protagonistas en la revista Alfa y Omega 1

Dos alumnos del colegio Munabe, de Vizcaya, se han convertido en los mejores maestros sobre la Semana Santa para sus compañeros. Son Simón (9 años) y Nicolás (8), que están en 3º de Primaria. Hace unas semanas, los dos dieron una pequeña clase a los niños de 2º de Primaria.

Simón está en la Cofradía de la Merced, de Bilbao. Su cofradía salió en procesión el Martes Santo, llevando una imagen de la Piedad: la Virgen con Jesús muerto en sus brazos. Pero también sale en procesión otros días con los pasos de otras hermandades. Nos cuenta que «las procesiones se hacen para recordar a la gente lo que le pasó a Jesús. A mi me gustan mucho. Salgo desde que tenía cuatro años con mi padre y mi hermana. Nuestro traje es blanco, y los mayores tienen un cucurucho azul claro. Los niños vamos sin cucurucho. Si es de noche, llevamos velas eléctricas».

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Nicolás vive en Castro Urdiales y no está en ninguna cofradía. Pero cada año va a ver la pasión viviente de su pueblo, una representación «igualita o muy parecida de lo que le pasó a Jesús en Jerusalén», cuando murió y resucitó «porque quería salvarnos del pecado. Las escenas están repartidas por el centro»: el huerto de los Olivos donde cogieron a Jesús, el palacio de Pilatos… y la gente va de una a otra. «También se representa la muerte de Jesús, pero ahí no me han llevado porque dicen que igual me da un poco de miedo».

Hace dos años, cuando estaban en 1º de Primaria, Nico fue a pasar una tarde de sábado en casa de Simón. Hacía mal tiempo, y a sus padres se les ocurrió que se podían entretener haciendo unos murales sobre algo para llevarlo al colegio. Ellos eligieron uno de sus temas favoritos: la Semana Santa. Así que se pusieron manos a la obra: con cartulinas y algunas fotos, «hicimos unos pósters para explicar a los niños de nuestra clase lo que es la Semana Santa, y cómo salimos en las procesiones» y en la pasión viviente.

Lo hicieron muy bien y don Javier, su maestro, se guardó sus murales. Este año, que da clase a 2º de Primaria, les pidió a sus antiguos alumnos que volvieran a repetir la explicación a los compañeros que tienen un año menos que ellos. «Siempre que un chico hace algo, le animo a que se lo explique a los demás. Es muy bueno que a los niños les enseñen las cosas compañeros solo un poco mayores. Las aprenden mejor que si se lo cuentan los padres o los profesores». Además, así se animan a hablar otros compañeros que estén en cofradías, y los demás van dándose cuenta de que «Semana Santa no son solo las vacaciones».

A Simón le parece importante que otros niños sepan más de las procesiones porque «algunos pequeños tienen miedo a los capirotes. Como no se les ve la cara ni nada, piensan que son monstruos. A mí nunca me ha dado miedo, porque sé que son personas como mi padre».

Otra cosa que contó es que «hay gente que hace las procesiones descalza por hacer un sacrificio y pedirle algo a Dios. Si vas descalzo y te pinchas con algo, no puedes parar y quitártelo, tienes que esperar hasta el final aunque te moleste. Es lo más difícil».